¡No sea pardillo!, aprenda a catar (o casi).

Infografía de un curso de cata.

¿Acude usted a una cata y no quiere quedar como un auténtico pardillo?, ¡No se preocupe!, en http://www.popthewine.com nos preocupamos por usted para que no corra riesgo de exclusión social al decir alguna barbaridad en cualquier cata de alto copete y pueda sonrojar a su cuñado en las comidas familiares, si, a ese cuñado que nunca le gusta el vino que usted le lleva.

A través de unos pequeños trucos vamos a indicarle unas pequeñas pautas para describir los vinos en las catas que le permitirán quedar como todo un esnob entendido en vinos y que todas sus amistades le llamen por teléfono a intempestivas horas de la noche para preguntarle sobre que vino tienen que sacar mañana en la comida con sus cuñados.

Los vinos blancos:

Los vinos blancos huelen todos a piña, diga siempre piña, siempre está la piña, y si alguien no la huele, ríase de el y ridiculícelo delante del resto de asistentes a la cata. Además, todos los vinos blancos tienen una deliciosa acidez, diga siempre «deliciosa», así evitamos tener que decir si es mucha o poca, simplemente es deliciosa… y frutas blancas, si le pregunta por más cualidades del vino diga siempre frutas blancas y flores, sobre todo flores, ya sean margaritas, violetas, rosas o petunias, eso si, nunca mencione más de dos, que es un vino, no un maldito jardín.

Los vinos rosados:

Los vinos rosados siempre huelen a fresas y punto, al beberlos también nos recuerdan a las fresas, también tienen una deliciosa acidez pero no diga flores, nunca diga flores para describir un vino rosado, utilice frutos rojos diminutos como son las frambuesas o las grosellas.

Los vinos tintos:

Los vinos tintos huelen a frutos rojos y negros, añada del bosque que la gente normal no suele ir al bosque a oler frutos rojos y negros, diga fresas, moras o ciruelas, los vinos tintos huelen a ciruelas rojas y a las mermeladas de estas frutas, hay que decir siempre las tres frutas citadas, siempre dos son en su habitual forma y la tercera en mermelada (diga compota para quedar más «cool»), alterne la fruta en compota entre los diferentes vinos.

Los vinos con crianza en barricas de roble:

Los vinos que han sido criados en barricas de roble siempre tienen tostados, integrados, así utilizando esta palabra nos evitaremos tener que describirlos más (y explicar que demonios es eso de los tostados), mencionemos también la vainilla, siempre está la vainilla, nadie le llevará la contraria.

Los vinos con crianza sobre lías:

¿Sabe lo que son los aromas secundarios?, ¿las lías?, ¿no?… no se preocupe, en cuanto vea la palabra «lías» en la etiqueta diga «aromas de panadería» y al beberlo diga «de untuoso carácter».

Los cavas y los champanes:

Estos tienen crianza sobre lías, pero gracias a un complot mundial de malvados bodegueros, en vez de poner «criado junto a sus lías en esta misma botella unos cuantos meses» ponen «método tradicional», así que no olviden no caer en la trampa de estas malvadas empresas y digan lo de «aromas de panadería» e «untuoso carácter» incluyendo un «buena presencia del carbónico», más que nada porque los cavas y los champanes tienen burbujas y a esas burbujas son de gas carbónico, así también evitamos decir si tiene poco o mucho, simplemente bueno.

Los vinos dulces: Los vinos dulces siempre huelen y saben a miel… capítulo fácil.

Ahora que es usted un experto catador recuerde levantar siempre el dedo meñique al beber, poner morritos y hacer mucho ruido con la boca.

Y por si lo desea, en nuestra vinoteca online tenemos muchos vinos de esos que huelen a piña, fresa, vainilla y miel para ir entrenando: http://shop.popthewine.com.

No nos de las gracias, nosotros todo lo hacemos por el vino.

3 Respuestas a “¡No sea pardillo!, aprenda a catar (o casi).

  1. Jajaja ya soy todo un experto . Siempre me pregunté como sería hacer una buena.cata, y ahora ya tengo una nociones mínimas para presumir. Gracias.

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